Se que no debiese de
escribir todo esto, pero no me gusta detenerme cuando ya empiezo
algo, aunque sepa que estoy haciendo mal. Y esta carta ya la espese,
sin querer, en mi mente, incluso antes de tomar este teclado.
Y ciertamente ya te e
echo mal, y no puedo negar que lo volveré hacer, si se me presentase
la oportunidad, pues a mi pesar ya se me a echo costumbre.
No trato de disculparme
con esto de todo lo que te echo, de las veces que te impuse mi frío
silencio, de las que mis palabras te hicieron llorar, de las veces
que mi prepotencia te hirió.
Solo persigo dejar este
pasado atrás olvidarme de ti, pues aunque no te lo creas aun no lo
consigo. Sin importar ya cuantos años hayan pasado, aun me sorprendo
pensando en ti.
Hay una parte de mi vida
que sigue siendo miserable, y no me explico por que pero aun te ama,
aunque tu te hayas convertido en el tipo de mujer que no quiero a mi
lado, aunque sepa que esa jovencita (de que me enamore a los 16, 19,
21, 24 o quizás nunca deje de estarlo) ya no existe, pues yo mismo
sepulte. después de sepultar mis intenciones de amarla.
En estos últimos meses
que e gastado tratando de no toparme contigo, han vuelto a aparecer
mis viejas fantasías de desligarme completamente de los demás e
irme a vivir a las montañas, como lo soñaba antes de conocerte,
pero ahora me veo como un ermitaño viejo y amargado, no como me
soñaba a los quince, de echo cada ves que hago el ejercicio de
proyectarme mentalmente en el futuro, me veo solo y amargado sin
familia, sin hijos, con fortuna y tiempo que no se con quien
compartir. Cosa que es distinta cuando mi inconsciente me invita a
soñar despierto, hay sueño contigo, feliz, o aveces discutiendo,
pero con cariño, asiendo travesuras juntos. Esas son las pocas veces
que me e descubierto a mi mismo con una sonrisa. Y me molesto por
eso, porque aveces creo que no podre ser feliz con alguien mas, me
molesto y trato de olvidarlo, pero se que no lo consigo, porque no lo
e echo en tantos años ni aun estando lejos de ti.
En fin.
No se que mas hacer o
intentar.
Se que no soy el tipo de
hombre que quieres para ti, ya me lo dijiste una ves. Y se que no te
sacare de mis recuerdos tan fácil, ni te prometo que lo haré,
después de todo, ay cosas de ti que tampoco quiero olvidar.